Como su nombre lo indica, este pequeño local se especializa en preparaciones de la isla: emparedados y completos con ropa vieja o carne desmenuzada en tiras, el plato típico Moros y Cristianos, que lleva porotos negros y arroz; y los infaltables plátanos fritos. Tiene una barra donde sentarse a comer al son de la música cubana que siempre acompaña al lugar.